Quiero daros las gracias a todos por lo fácil que me habéis hecho realizar mi trabajo desde el primer día que entre en el aula, transmitiéndome en cada momento vuestra plena confianza.
He disfrutado cada día y cada hora que he pasado junto a vuestros hijos.
Son niños muy especiales y ellos sí que me han enseñado muchas, muchas cosas. Al igual que diariamente me alegraban las mañanas desde que sonaba el timbre para entrar a las 9, con sus abrazos y besos.
Les deseo que el paso hacia esa nueva etapa sea lo más satisfactorio posible, estoy segura que lo será.